Powered By Blogger

viernes, 31 de octubre de 2008

__La Literatura actual__

CIRCUNSTANCIAS POLITICAS Y SOCIALES:

A partir de 1975, tras la muerte de Franco (Dictador Facista, y Rey de España), se inicio una nueva etapa de la historia de España, en la que las distintas fases de la normalización democrática y de la incorporación de España a la política europea e internacional se sucedieron con rapidez.
Desde que en 1976 se aprobara en referéndum el proyecto de reforma política promovido por Adolfo Suárez, los acontecimientos se sucedieron en lo que se llamó la “transición a la democracia”: se legalizaron los partidos políticos, se convocaron elecciones generales y se celebraron Cortes Constituyentes que dieron como fruto la Constitución española de 1978. España lograba el reconocimiento internacional como estado plenamente democrático, y el año 1985 ingresaba en la Comunidad Económica Europea como miembro de pleno derecho.
El resultado de estos acontecimientos ha sido la plena participación de España en la actividad política internacional y el rápido desarrollo de una sociedad dinámica, acorde con las nuevas tendencias de la cultura occidental.
Habitualmente se toma 1975 como punto de partida para el estudio de las manifestaciones más recientes de nuestra literatura por las importantes repercusiones que los acontecimientos históricos tuvieron en el ámbito de la cultura; pero eso no significa que la labor de los escritores sufriera una brusca transformación a partir de ese momento.
Los contactos con el extranjero y el redescubrimiento de las vanguardias revitalizan la literatura castellana. En los años 60, los escritores y escritoras comienzan a rechazar el realismo social, ensayan nuevas técnicas de expresión y cultivan todo tipo de géneros, aunque, en los últimos años, se observa un retorno a formas literarias tradicionales. La literatura hispanoamericana atraviesa una etapa de esplendor y narradores como Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Vargas Llosa, Carlos Fuentes, influyen en la novelística española.
Asimismo, las otras lenguas peninsulares (el eusquera, el gallego, y el catalán) irán recuperando su pasado literario después de una larga época de censura. En estas décadas se multiplican los premios literarios y la participación en las ferias del libro, se inicia una etapa de gran vitalidad editorial y, en general, la vida cultural del país se enriquece.

LA NOVELA:

En estos últimos años, la narrativa ha alcanzado un auge extraordinario. La publicación de novelas se ha multiplicado y lo mismo puede decirse de los relatos cortos. El interés que despierta la nueva narrativa queda patente por la proliferación de reseñas in publicaciones periódicas, la frecuente aparición de escritores en los medios de comunicación, los numerosos premios literarios que se conceden y el interés con que el publico recibe la novedades.
-Temas, tendencias y caracteres:
Los autores siguen tendencias muy variadas, en gran medida por la causas antedichas: la libertas total para la creación una vez rotas las trabas de la censura y finalizados lo lazos con el compromiso político; la comunicación masiva con todo tipo de novedades y tendencias; y la fragmentación ideológica del pensamiento occidental.
Desde finales de los años setenta se observa el abandono de la actitud combativa propia de los autores del realismo social, la decadencia de lo experimental y la recuperación del argumento. Los novelistas, en efecto, no escriben sus obras para manifestar sus convicciones e influir sobre la sociedad, ni tampoco como mero ejercicio retórico, sino que buscan temas interesantes y tratan de desarrollarlos con la mayor amenidad posible valiéndose de los recursos narrativos tradicionales.
Entre los elementos que dan cierta cohesión a la narrativa española actual cabe destacar los siguientes caracteres:
-Tendencia a la subjetividad y al intimismo, frecuente en aquellas novelas de tono existencial en las que se presenta a un protagonista algo desvalido o inseguro, que busca su identidad, sus raíces familiares, o intenta hallar un sentido a su vida.
-Proliferación de personajes mediocres, escépticos y moralmente indefinidos
-Abundancia de novelas de tono humorístico y de tonos líricos o nostálgicos.
-Preferencia por los temas urbanos, aunque los ambientes rurales y las interpretaciones idílicas de la naturaleza no son infrecuentes.
-flexibilización de la estructura narrativa, que, en general, se pone al servicio de la expresividad y de la eficacia narrativa.
-Preocupación muy acusada por el lenguaje y búsqueda de un estilo personal.
-Gusto por las referencias culturales.
El crítico Santos Sanz Villanueva agrupa la producción, novelística posterior a 1975 en subgéneros narrativos de carácter temático. Su clasificación nos sirve de base para ver las corrientes mas representativas de la narrativa actual.
-Novela negra o de tema policiaco. Posiblemente los autores mas representativos de esta tendencia sean Manuel Vázquez Montalbán y Eduardo Mendoza. También han trabajado en esta línea Antonio Muñoz Molina, en el invierno en Lisboa o Beltenebros, y Juan José Millás, en Visión de la noche.
-Novela histórica. Esta tendencia, también en boga en otros países, produce evocaciones, a veces muy bien documentadas, de acontecimientos o personajes del pasado. Han cultivado la novela histórica, entre otros, José María Merino (El oro de los sueños), Julio Llamazares (Luna de lobos), Javier Alfaya (Encima de o la memoria frígida) y Antonio Muñoz Molina (El jinete polaco).
-Novela culturalista. El culturalismo puede definirse por su heterogeneidad: evocaciones minuciosas del pasado recreaciones de ambientes refinados relacionados con el mundo de los artistas, asuntos mitológicos o reflexiones sobre el proceso creativo. La novela El centro del aire, de José Maria Merino, podría constituir un buen ejemplo de novela culturalista.
-Novela intimista. Se trata de narraciones que, con un tono lírico muy acusado, tratan problemas humanos relacionados con la búsqueda persona. Ejemplos de novelas intimistas son La lluvia amarilla, de Julio llamazares, El desorden de tu nombre, de Juan José Millás, El sur, de Adelaida García Morales, o Todos mienten, de Soledad Puértolas.
-Oreas tendencias. Bajo este rótulo tan impreciso, se pueden catalogar las novelas que intentan una revitalización de la novela tradicional, como por ejemplo, Juegos de la edad tardía, de José Luis Landero y La fuente de la edad, de Luis Mateo Díez.

LITERATURA Y MEDIOS DE COMUNICACION:

-Las colaboraciones literarias en la prensa:
Por una parte, son muchos los novelistas que colaboran de manera asidua en la prensa: Julio Llamazares, Javier Marías, Juan José Millás, Rosa Montero, Antonio Muñoz Molina, Manuel Vicent, Francisco Umbral, Manuel Vázquez Montalbán, etc. El valor literario de estas colaboraciones no reside sólo en que están escritas con un estilo muy cuidado, sino también en que con frecuencia su contenido trasciende el simple comentario costumbrista o de actualidad, lo que permite que después sean recopiladas y publicadas en libro.
-Del periodismo a la literatura:
Por otra parte, cada vez son más frecuentes las aportaciones literarias de conocidos periodistas, que dan a la ficción una base real muy sólida, próxima al reportaje periodístico: Alfonso S. Palomares (Las linotipias del miedo,1977); Manuel Leguineche (La tribu, 1980); Rosa Montero (Crónica del desamor, 1979; Te trataré como a una reina, 1983); Jorge Martínez Reverte (Demasiado para Gálvaz, 1979); Manuel Vicent (Balada de Caín, 1987) Eduardo Haro tecglen (El niño republicano, 1996): Maruja Torres (Un calor tan cercano, 1977).
-El papel de los medios de comunicación en las difusión de la narrativa:
También es necesario tener en cuenta el papel de los medios de comunicación audiovisuales (cine, televisión) como amplificadores de la difusión de la narrativa. En efecto, son constantes las adaptaciones cinematográficas o televisivas de novelas clásicas o contemporáneas. Ola divulgación en forma novelada de los guiones de películas o series televisivas de éxito. Baste recordar que Gonzalo Torrente Ballester no alcanzo éxito de público hasta que una serie televisiva dio a conocer su trilogía narrativa Los gozos y las sombras.

-Gonzalo Torrente Ballester (1910- ), escritor español realista de prosa culta que se ha servido de técnicas experimentales.
Nació en Ferrol (La Coruña) en 1910. Se ha dedicado a la enseñanza, a la crítica, a la producción novelística y al teatro, representado por el Viaje del joven Tobías, de 1936, El retorno de Ulises y Lope de Aguirre. En 1943 publica Javier Mariño, libro al que le siguen El golpe de estado de Guadalupe Limón (1946); Ifigenia; la trilogía Los gozos y las sombras, constituida por El señor llega (1957), Donde da la vuelta el aire (1960) y La pascua triste (1962); Don Juan (1963); Off Side (1969); La saga/fuga de J.B., que recibió los premios Ciudad de Barcelona y de la Crítica, de 1972; La isla de los jacintos cortados (1982); Filomeno a su pesar. De su labor como ensayista se destacan el Panorama de la literatura española contemporánea (1956), Siete ensayos (1972), El Quijote como juego. En 1975 se convierte en miembro de la Real Academia Española. Ha recibido el Premio Príncipe de Asturias en 1982 y en 1985 el Miguel de Cervantes.

EL TEATRO:

Las circunstancias políticas y sociales que se han dado en España a partir de 1975 han sido muy favorables para el teatro; la desaparición de la censura ha coincidido con el interés estatal por subvencionar las iniciativas teatrales y con la creación del Centro Dramático Nacional, el Centro de Documentación Teatral y el Centro Nacional de Nuevas tendencias Escénicas. Además, se han multiplicado las publicaciones destinadas a la difusión de textos teatrales y en toda España se celebran festivales de teatro.
Curiosamente, en un ambiente en apariencia tan propicio, son pocos los estrenos de nuevas obras, y el público se ha mostrado remiso a acudir a los teatros, tal vez por la competencia del cine y la televisión.
De los dramaturgos que iniciaron su carrera en décadas anteriores se siguen representando obras de los más relistas, como Antonio Buero Vallejo o Antonio Gala. En cambio, muchos autores de teatro experimental, que vivieron momentos de éxito entre 1968 y 1975, han perdido su público.
El apoyo estatal ha quitado fuerza a las compañías independientes, que han pasado a ser en muchos casos compañías estables subvencionadas por las distintas Comunidades Autónomas. No obstante, conservan su independencia y prestigio algunos grupos como “Els Joglars” y “Els comediants”.
En las obras dramáticas estrenadas desde 1975 se observa, como en los demás géneros, un notable eclecticismo. Aunque los tipos de obras más cultivados se inscriben en la línea del teatro de evasión, hay también una revalorización del teatro social y del costumbrismo, en versiones actualizadas, acordes con las nuevas realidades y con los personajes de la sociedad española de nuestros días.

LA POESÍA:

La poesía posterior a 1975 es muy poco uniforme, debido en parte a la convivencia de al menos cinco generaciones de poetas en activo.
Como tendencia general, la poesía contemporánea ha tratado de superar el culturalismo de los novísimo, que se considera ya agotado. Por lo demás, las nuevas generaciones se han manifestado de una manera muy independiente, ajena a escuelas o modas.
Como resultado de esta actitud general de independencia, las tendencias son muy variadas:
-El poeta y crítico Luis Antonio de Villena ha señalado un retorno, a lo que él llama tradición clásica, entendida como la pervivencia histórica de los temas y las formas de la literatura grecolatina a través de las literatura occidentales.
-Se hace una nueva lectura de la poética tradicional, una poética que abarca desde los autores clásicos hasta la poesía de posguerra, pasando por las obras de los escritores modernistas, simbolistas y parnasianos, a los que se presta especial atención. Toda esta tradición es valorada positivamente por los poetas más jóvenes, que la adaptan a la sensibilidad actual e incluso se atreven a parodiarla o a darle un tratamiento humorístico.
Un poeta muy característico de esta tendencia es Luis García Montero, quien en su Egloga de los rascacielos retoma tanto la métrica como la temática amorosa de Gracilazo de la Vega y las recrea en clave urbana.
-Se produce un acercamiento de la poesía a la narración. Los poemas recogen anécdotas, se ponen en boca de personajes que cuentan historias, se da entrada al lenguaje coloquial, incluso a rasgos costumbristas. Un ejemplo puede ser el poema “La culpa”, de Isla Correyero.
-Se asiste a una revitalización del surrealismo y a una intensa depuración del lenguaje.
-Es característico el gusto por los temas urbanos y las referencias a otras manifestaciones culturales, como el cine o la música rock.
Naturalmente, junto a estos poetas más jóvenes siguen trabajando y publicando los de la etapa anterior. Algunos de los que gozan ya de un lugar estable en el aprecio de la crítica y de los lectores, pueden ser por ejemplo Luis Antonio de Villena, Luis Alberto de Cuenca, Antonio Colinas o Jaime Siles.

LA LITERATURA HISPANOAMERICANA:

Los diecinueve países americanos de habla española presentan unas peculiaridades que conviene tener presentes.
-La naturaleza, con sus proporciones grandiosas: la cordillera, la pampa, la selva amazónica... Sus fuerzas telúricas acompañan a las peripecias humanas en la obra de los escritores.
-El mestizaje, con su alcance humano y cultural. Blancos, indios, negros, mestizos, mulatos... estarán presentes en la literatura con sus problemas. Y además, la simbiosis de las tradiciones indígenas y la española es un fenómeno fundamental.
-Las desigualdades sociales, derivadas de una explotación de las inmensas riquezas por grandes potencias extranjeras con la complicidad de las oligarquías conservadoras nacionales. Frente a éstas, grandes masas paupérrimas (indios y mestizos). Buena parte de la producción literaria denunciará tal estado de cosas.
-La inestabilidad política, resultado de lo anterior. La oligarquía inspira “gobiernos fuertes”;en los sectores intermedios apuntan soluciones democráticas liberales. El resultado es la conocida sucesión de revoluciones y contrarrevoluciones. Es natural que los escritores tomen partido ante tan dramáticos procesos.
La producción literaria de estos países en lo que v de siglo en ingente: hay manuales que censan no menos de 1.500 escritores. Dentro de este siglo se pueden destacar las siguientes etapas con sus tendencias dominantes:
-Años iniciales del siglo: plenitud del Modernismo en poesía. La novela, en cambio sigue fiel al Realismo.

-A partir de 1920: nuevas tendencias poéticas (poesía sencilla o vanguardista); en novela, se consolida un realismo con temas americanos e intención social.

-En los años 40 y 50 se producen experiencias renovadoras en la narrativa, compatibles con los acentos sociales, que se incrementan en la poesía.

-Los años 60 y 70 son, ante todo, los del llamado “Boom” de la novela mundial y cuyo esplendor llega hasta hoy.

La poesía Hispanoamericana

De 1940 a hoy, la proliferación de corrientes y grupos es extraordinaria, como corresponde a un horizonte geográfico tan extenso y complejo. He aquí algunas tendencias destacadas:
-Pervivencia de la poesía pura o de la vanguardista.
-Poesía comprometida, cuyo modelo es el Canto general de Neruda (1950).
-Poesía de tono existencialista.
-Nuevas corrientes experimentales.
Octavio Paz es, sin duda, la máxima figura poética de las últimas décadas. Nació en México en 1914. Comenzó con una poesía comprometida, pero muy elaborada. Pasó a un lirismo metafísico, hermético. En fin, su inquietud le ha llevado a ocupar una permanente vanguardia, preocupada por explorar los poderes del lenguaje. Su antología La centena recoge muestras de sus principales libros (Libertad bajo palabra, Salamandra y Ladera este). Es también un profundo y deslumbrante ensayista. Su fama ha ido creciendo hasta merecer el Premio Nóbel en 1990.

La narrativa Hispanoamericana

A partir de 1960 en el llamado “Boom” los lectores europeos descubren con asombro autores como Cortázar, Vargas Llosa, García Márquez... Ellos y otros sitúan a la novela hispanoamericana, a la cabeza de la narrativa mundial del momento.
Estos nuevos novelistas continuaban las innovaciones señaladas en el apartado anterior, las llevaban más lejos y aportaban nuevos recursos. Así, se confirma la ampliación temática, los nuevos tratamientos de los rural y el “realismo mágico”; se avanza en la renovación de las técnicas narrativas; se enriquece el lenguaje con diversas experiencias... En suma, un derroche de creatividad.
Todo ello no supone necesariamente un alejamiento de la realidad, sino una voluntad de abordarla de forma más válida estéticamente. Y con ello son compatibles los propósitos de testimonio o denuncia.

No hay comentarios:

Epocas Literarias y Literatura

Oda a la almohada (lirica)